¿Y a ti?

Y a tí ¿quién te invitó?
¿Quién te dijo que podías hablarme saliendo de clases, sorpenderme y sonreir...sobre todo sonreir?

Lacagada pues, yo sólo quería bajar las escaleras que ya he subido muchas veces, lo admito. Sólo quería regresar y estar donde siempre estoy. Sólo quería salir caminando como siempre, sin conocer a nadie, y seguir mi rutina.
Pensé esta historia contigo se resumiría en miradas cruzadas en clases, pasillos y el patio de la facultad. Si, admito te había visto antes, sabía tu nombre, pero sin embargo ese día te lo pregunte con cara de imbécil y de sorprendido.

Hace muchos años me había imaginado con una chica de cabellera desordenada (como la mia. Por cierto, estoy yendo ahorita al peluquero), con un morral y pines del Che Guevara, una chica que haga sus compras en la biofería y pueda encontrarmela los sábados que voy con mi mamá, una chica que le encante prepararme café y mejor aún que tenga una máquina profesional en la maletera de su auto, una chica que acepte que quiere hacer el amor conmigo todo el día y no tenga problema de aceptarlo, una chica que quiera vivir en alguna parte profunda del Perú, que quiera ir a trabajar en caballo, con sombrero y unos Ray Ban.

Yo sólo quería vivir tranquilo, sin saber qué haría mas tarde...pero con alguien que me pueda abrazar los domingos en la tarde. Quería dejar de escribir este tipo de entradas sobre alguna sorpresa que me había llevado.
Pero ahora, tengo que hacerlo y aquí estoy. Hablando conmigo mismo.
Además mi mejor amiga se ha ido de viaje desde mucho antes de subirse al avión. Me dio mucha pena no poder escribirle diciendo que la chica de la risa bonita me había hablado, mas pena me dió que su escala en mi fue solamente para hablarme mal y burlarse. No entiendo qué esta pasando... la gente es consciente de nuestra cercanía y nos premia, pero nosotros no lo hacemos a nosotros mismos.

Pero... ¿y a tí quien te dió permiso? Yo, yo mismo.
Si existiese la persona que me imagino, creo sería muy aburrida...sería como yo y entonces seríamos doblemente aburridos. No saldría de mi burbuja de años, no sabría como se puede vivir de otra forma.
Y sii pues, yo mismo te di permiso y hasta ahora soy muy feliz así. Acepto tu invitación para hoy de bares barranquinos. Jugaremos a ser bohemios, yo también lo he intentado muchas veces...y creo que no me gustaría volver a intentarlo sin tí.
Deja tu carro en casa, olvidate de los idiomas que sabes, de tus noches en Gotica, del Santa Ursula y sal conmigo.

Te invito la primera chela, pero que sea en el bar mas sucio de todos y cuando nos volvamos a besar sea caminando de madrugada porque nos hemos quedado sin dinero.

Me gustas y sobre todo me sorprendes. Me da miedo y me sorprendes. Me sorprendes y sobre todo me sorpendes.

Además, no podría ir en contra de tu sonrisa

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